sábado, 26 de noviembre de 2011

La vida es una mentira

«No tenés que mentir», acompañado de un golpe. ¿Recuerdos?
Nos enseñan o inculcan el valor de no mentir desde pequeños como uno de los más importantes. ¿En verdad podemos decir que la palabra es la base para la amistad, el amor, los negocios (¿?)? Es común decir que alguien está traumado cuando habla mucho sobre un tema, que tiene «idea fija»; por esto pensé que tal vez nuestra cultura tenga una fijación con la verdad. Lo digo porque vivimos entre mentiras pero las castigamos. Pero hablaré de cosas más cotidianas salteando la política, que tanto aman mis compañeros del blog, porque los políticos son todos unos mentirosos y punto.

Bueno, no lo saltearé. Cada cinco años nos OBLIGAN a elegir una mentira entre tres: una coalición medio desorganizada y dos divisas del siglo xix que intercambian sus colores según la ocasión (como el camaleón). nuff said
Una de las mentiras más graciosas es la siguiente: «lo que importa es lo de adentro». ¿Quién es el hijo de puta que se la cree? El único que puede decir esto es Shiryu de Dragón, que se clavó unos dedados en los ojos para no luchar con la vista.

Lo cierto es que la mentira nos acompaña en la vida cotidiana constantemente: el valor de guardar un secreto con un «no sé nada» es una mentira complotada; las mujeres, en general, dicen que no cuando quieren decir que sí y un sinfín de códigos mentirosos similares, como fingir orgasmos; los grupos ecologistas tienen páginas de internet (herramienta que está destruyendo al planeta); los vegetarianos comen hamburguesas veganas, que es lo mismo que odiar a los caballos y usar herraduras en las patas; hasta el más arduo activista contra el maltrato animal no duda en usar tabletas MAS para matar mosquitos en verano; McDonalds dona la mitad de las ganancias de la BigMac en el McDía Feliz y durante los 364 días restantes manda a sus empleados tirar las hamburguesas mal hechas a la basura; Pedro quiere justicia con los menores que roban para comer cuando no quería justicia por su padre asesino; etc.

Es raro, porque uno se compara con culturas antiguas o contemporáneas de otras partes del mundo y se da cuenta que el valor de la palabra acá es una mera falacia. Acá va el parte cultural ^.^ Heredamos del catolicismo el amor por las mentiras, por las contradicciones, por el ocultar la verdad entre verdades menores y por el creernos las mentiras que nos repiten cada domingo. Heredamos de la cultura grecorromana su retórica. La mezcla de una etapa con la anterior y luego revitalizar la primera y todo hizo que seamos unos mentirosos con increíble capacidad de convencimiento, grandes innovadores en el arte del mentir.

Negro, dejá de mentir vos también y escribí un artículo. La puta que lo parió :B


jueves, 3 de noviembre de 2011

La vida es una cosa caduca

La gente tiende a valorizar más las cosas no perecederas frente a las poco duraderas. Así, cuando uno compra ropa, un aparato electrónico o una lapicera a precio económico, lo primero que pregunta el capitalista retorcido es: ¿pero decís que dura? La gente que inventa cosas intenta prolongar su vida a través de sus creaciones, lo que se llama transgredir. Así algunos autores intentan explicar la primacía del espíritu creador del hombre por el de la mujer, la cual transgrede a través de los hijos; pero no voy a entrar en detalles tan minuciosos. Me quedo con el hecho de que la vida es perecedera.

Otras personas prefieren dar mayor valor a las cosas buenas, sin contar cuanto duren. Obviamente es el típico chamuyo para cogerte a esa ex, con la que estuviste menos tiempo, cuando te la cruzas en un boliche medio en pedo; true story. Hay una frase que reafirma esta manera de pensar: «lo bueno dura poco». Así duró la Unión Soviética… De aquí desprendo el siguiente razonamiento: si «lo bueno dura poco», ¿conviene pensar en las utopías como perfecciones de muy corta duración? Sin duda alguna, esa frase encierra al ser humano en el abismo de la no esperanza.

Igual no hay que desesperarse porque ese razonamiento encierra muchos errores lógicos, por ejemplo las causas por las que algo no puede durar. Un caso hipotético: todos sabemos que inventar un motor ecológico a base de los gases que hay en la mierda sería perfecto, pero también sabemos que si eso pasa nos vuelan la cabeza los hijos de puta que curran con el petróleo. ¿Cuántas muertes serán necesarias para que el motor a mierda entre en el mercado? No sé, pero espero que ese día llegue pronto porque será un verdadero placer cargar combustible (hauehauehaueahue). Probablemente tu invento revolucionario tenga una vida miserablemente corta y poco difundida. Tras decir esto vuelvo a la pregunta del párrafo anterior y me quiero matar. Por eso voy a hablar del país de menor duración en la historia, del que estoy muy orgulloso: La isla de las rosas (eo. Insulo de la Rozoj). Fue una isla artificial en Italia que declaró la independencia en 1968, creó sello y papel moneda propios e instauró el esperanto como lengua oficial. Ahí se construyeron una disco, un resto y una oficina de correos para vivir y unos meses más tarde la bajó el ejército italiano a bombazos por evasión de impuestos xD Lo corto sí puede ser extremadamente genial, tal como dice la frase~