Cuando le puse el título a la entrada se me vino a la cabeza el romance Nacional-Arbitraje que cada día es más adorable; pero mejor voy a lo que tenía pensado comentar.
Ya son muy sabidas las enseñanzas que la saga de juegos Super Mario nos ha inculcado; como el tema de que comer hongos te haga crecer y que mover la cola con propiedad te pueda llevar hasta las nubes. Pero hoy descubrí algo que tenía interiorizado en mi, gracias a los juegos del fontanero drogadicto, y que salió a la luz en un momento de riesgo (como todos los superpoderes).
Resulta que doblando la esquina de la 69 (creo que 68 pero sonaba menos sexy) y Gestido; doblé entrando en la avenida con mi bicicleta a gran velocidad en una curva muy cerrada e inconciente y me di cuenta que ambos carriles venian bastante más transitados de lo normal. Mi reacción natural fue tirarme para bordear la cuneta y así esquivar un auto rojo (no me pidan marca, nunca fui fierrero) y luego cruzar la calle esquivando una combi (que seguramente llevaba niños de preescolar) para volver a meterme en las calles internas en donde nadie corre peligro.
¿A qué viene todo esto? A que yo sé manejar a contramano gracias al Mario Kart 8)
Saluton!
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